(EFE).- Los vegetales, verduras o frutas, son un importante aliado en la prevención del cáncer, confirmaron hoy dos estudios presentados en una reunión internacional de oncólogos en Filadelfia, estado de Pensilvania.
Según los facultativos las dietas con un alto contenido de crucíferas, como el repollo y el brócoli, así como las frambuesas oscuras, pueden prevenir la mayoría de las formas más comunes de la enfermedad.

Uno de los estudios presentado por investigadores de la Universidad de Ohio indicó que las frambuesas oscuras protegen contra el cáncer de esófago al reducir las presiones oxidantes en pacientes que sufren una condición precancerosa llamada reflujo gastroesofágico.
Este año, ese cáncer, llamado adenocarcinoma esofágico, se cobrará en Estados Unidos la vida de unas 14.000 personas, las cuales tendrán cinco años de supervivencia una vez que se les diagnostique la enfermedad, indicaron los científicos.
El reflujo y el peso excesivo están estrechamente vinculados con el desarrollo de la enfermedad, señaló Laura Kresty, profesora de oncología la Universidad de Ohio.
“Pero, por el contrario, las dietas basadas en vegetales, y especialmente el mayor consumo de frutas está estrechamente con una reducción en el riesgo de sufrir el adenocarcinoma esofágico”, agregó.
Kresty indicó que las frambuesas funcionan contra la enfermedad antes de la aparición de las células cancerígenas o cuando éstas ya están presentes en el sistema.
Por otra parte, los brotes de brócoli, un vegetal que tiene muchos adherentes y también muchos detractores en el mundo de la gastronomía, son un importante agente de prevención del cáncer de vejiga, señalaron científicos del Instituto del Cáncer de Roswell Park, en el estado de Nueva York.
En experimentos hechos con ratas los científicos determinaron que esto se debe al alto contenido en ese vegetal de isotiacianatos, un importante agente anticancerígeno.
“La vejiga es como un bolso y allí el cáncer se desarrolla principalmente en sus paredes internas, probablemente debido a que ese tejido es el que está en contacto con las sustancias nocivas de la orina”, dijo Yueshan Zhan, profesor de oncología del instituto.
Sin embargo, los científicos reiteran la vieja advertencia de que el impacto benigno de esos vegetales crucíferos solo se manifiesta cuando éstos son consumidos crudos, no recocidos.
“La cocción puede eliminar entre un 60 por ciento de los isotiacianatos”, indicó Li Tang, investigador del instituto y director del estudio.
“El calor destruye las enzimas que convierten los precursores de esas sustancias y las que ya se han formado. Por ello es que el consumo de verduras crucíferas crudas rinde beneficios máximos”, añadió. EFE
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