El primer estudio en gran escala de una vacuna contra el cáncer cervical halló que, a corto plazo, la sustancia era efectiva en un 100% en la tarea de impedir el carcinoma y las lesiones que pudieran tornarse cancerosas, dijeron los laboratorios Merck.
La vacuna llamada Gardasil, producto de un proceso de ingeniería genética, bloquea la infección de dos tipos virus de papiloma humano, el VPH16 y el VPH18. En conjunto, estos dos virus, transmitidos mediante relaciones sexuales, ocasionan un 70% de los carcinomas cervicales.
En total existen más de un centenar de tipos de virus del papiloma humano.

Otros tipos de VPH pueden ocasionar cáncer cervical y dolorosas verrugas genitales. Alrededor de 20 millones de estadounidenses tienen alguna forma de VPH.
La etapa final del estudio de Gardasil incluyó 10.559 mujeres activas sexualmente entre las edades de 16 y 26 años en los Estados Unidos y otros doce países que no estaban infectadas con el VPH16 ni el VPH18.
El cáncer cervical es el segundo en cuanto al número de mujeres que afecta y en cuanto al número de muertes que ocasiona entre las pacientes. A nivel mundial, unas 300.000 mujeres mueren anualmente debido a este cáncer. Se calcula que por lo menos de la mitad de los hombres y mujeres sexualmente activos se infectan con VPH en algún momento de sus vidas.