Se consulto a la licenciada en Nutrición Leticia Radavero para saber por qué una persona puede comer “de todo” sin engordar y cómo debería hacer para ganar peso sin perder salud.
“Es más difícil engordar a una persona que hacerla adelgazar”, aseguró sin dudarlo la profesional, quien destacó que hay dos puntos “básicos”: Elegir alimentos de alta densidad calórica (esto es, aquellos que en poco volumen tengan muchas calorías, dado que este tipo de personas suelen tener menos apetito y no llegan a cubrir el valor calórico total). Por este motivo, lo ideal es incorporar cuatro comidas principales y por lo menos dos colaciones -y no solamente dos comidas principales-.
Así, Radavero aconsejó, por ejemplo, las frutas secas (ocho almendras aportan 100 calorías) o desecadas, como los orejones o los higos secos, que al perder el agua, queda un concentrado de azúcares, y por ende, un gran aporte calórico (3 higos desecados aportan 100 calorías) son una excelente opción como snack entre comidas. Otros alimentos que son de gran ayuda son el dulce de batata o membrillo y los merenguitos ya que aportan estos últimos proteínas y azúcares.
El otro ítem a tener en cuenta es la “termogénesis de los alimentos”, o sea, el “gasto” en calorías que el organismo hace para digerir lo consumido. “Cuanto más procesado, menos gasto calórico”, explicó la profesional, quien especificó que “al revés de los que tienen que bajar de peso, deberán procurar ahorrarle trabajo al estómago”.
Por lo que será preferible el jugo exprimido, en lugar de la naranja, el licuado de banana en vez de la fruta entera, o el puré de papas en vez del vegetal hervido y enfriado.

“Este tipo de individuos suelen tener más masa muscular que grasa, y el músculo quema muchas calorías (cada 500 gramos de músculo se queman 50 calorías), por lo que la tasa metabólica del gasto por mantenerse es mayor”, remarcó Radavero.
Enriquecer las preparaciones, otra de las claves
¿Quién no querría tomar un licuado que en lugar de agua tenga leche? ¿Y si la dieta tiene el `permitido` de agregarle helado de crema? Eso, sin más, es lo que deberían hacer las personas que necesitan o desean engordar.
Al puré de papa se le puede adicionar leche en polvo, crema o un huevo, para así en el mismo volumen incorporar más calorías a través de proteínas –o más grasas en el caso de la crema-“, apuntó la nutricionista.
Asimismo, aconsejó que el licuado, en lugar de con agua, se puede preparar con yogurt entero, helado de crema o leche entera, así como también se lo podrá “enriquecer” con crema o leche en polvo.
La polimerosa es una azúcar que no aporta sabor dulce pero sí calorías (20 calorías por cucharadita de te)”, informó Radavero. Por lo que ésta podría ser otra opción a la hora de endulzar el desayuno o la merienda además del azúcar: “Una alternativa sería preparar la leche (entera) con cacao en polvo + leche en polvo + azúcar + polimerosa, lo que se podrá acompañar con rebanadas de pan desecado al horno (dado que así tardan menos en digerirse)”.
Radavero remarcó que “lo ideal es engordar de la manera más saludable, no sólo con la incorporación de grasas”, a lo que agregó que también se debe “cuidar la calidad de las grasas que se consumen”.
La profesional destacó que si la persona está “muy por debajo de su peso, siempre está la opción de tomar suplementos”. Estos son polvos o productos listos para consumir ricos en calorías y enriquecidos en vitaminas y minerales. E insistió: “Entre comidas se pueden comer frutas desecadas o secas y a modo de postre, queso y dulce o postres de leche”.
Actividad física ¿sí o no?
Según aconsejó Radavero, si el Índice de Masa Corporal (IMC) da por debajo de 18.5 la persona “está en delgadez”.
“En ese caso, el sistema inmune está decaído, y la persona tendrá menos resistencia a las enfermedades”, por lo que debería hacer un ejercicio moderado y lo menos aeróbico posible.
Preferir las caminatas al trote o correr, o una gimnasia modeladora, en detrimento de otras que impliquen más gasto de calorías, serían algunas de las alternativas.
Fuente infobae