Compartir la cama con alguien podría reducir temporalmente la potencia cerebral, al menos en el caso de los hombres, sostienen científicos austriacos.
Cuando los hombres pasan la noche con una pareja, su sueño se ve afectado, independiente de si tienen relaciones sexuales, y esto afecta su habilidad mental al día siguiente.

La falta de sueño también aumenta los niveles de hormonas de estrés en los hombres.
Según la investigación publicada en la revista New Scientist, las mujeres que comparten su lecho con alguien más, no sufren del problema con la misma intensidad, pues su sueño es más profundo.
Camas separadas
El doctor Neil Stanley, un experto en sueño de la Universidad de Surrey, en el Reino Unido, comentó: “no es sorprendente que las personas se vean afectadas por dormir juntas”.
“Históricamente, nunca estuvimos destinados a dormir en la misma cama con otros. Es una conducta extraña”.
“El sueño es la cosa más egoísta que uno puede hacer y es vital para la salud mental y física”, agregó.
“Compartir el espacio de la cama con alguien que hace ruidos y con el que van a tener que pelear por la cobija no es prudente”.
“Si usted es feliz durmiendo con compañía, pues está bien, pero si ese no es el caso, dormir en camas separadas no es motivo de vergüenza”.
Dijo que había una indicación de que las mujeres estaban pre-programadas para lidiar mejor con interrupciones al sueño.
“Muchos eventos de la vida de las mujeres afectan el sueño: criar niños, la menopausia, aún el ritmo menstrual”, explicó.
Pero Stanley agregó que la gente sí se acostumbra a compartir la cama.
“Si han compartido la cama con su pareja por un largo tiempo, los extrañan y eso puede afectar el sueño”. BBC Mundo