Un gen asociado a la depresión y otras formas de enfermedad mental podría afectar un área del cerebro que maneja las emociones negativas, dijeron investigadores norteamericanos.
El estudio forma parte de una serie de trabajos que muestran que el cerebro de las personas con depresión es estructuralmente distinto del cerebro de quienes no padecen la dolencia.

En un artículo publicado en la revista Biological Psychiatry, investigadores del Centro Médico Southwestern de la University of Texas estudiaron un gen transportador de la serotonina que tiene dos formas, o variantes: una corta, o SERT-s, y una larga, o SERT-l.
Las personas con dos genes SERT-s tenían pulvinares, una región del cerebro que maneja las emociones negativas, que eran un 20% más grandes y contenían un 20% más de células nerviosas que aquellas con uno o dos genes SERT-l.
El gen también afecta la serotonina, un neurotransmisor químico asociado con el humor, y el blanco de ciertas clases de drogas antidepresivas, dijeron los investigadores, que estudiaron el cerebro de 49 personas fallecidas.
El gen es un transportador de serotonina, ya que cuando cuando las células cerebrales liberan serotonina, el gen la devuelve a la célula.
Los antidepresivos retardan este proceso, haciendo que la serotonina esté disponible para las células por mayor tiempo.
La depresión es una condición común, que afecta a 121 millones de personas en todo el mundo, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud.
En Estados Unidos, se estima que 21 millones de adultos, o un 9.5% de la población, sufre depresión en algún momento de su vida.
El doctor Dwight German, profesor de psiquiatría que participó en la investigación, dijo que estudios similares han mostrado que otras áreas del cerebro son más pequeñas en la gente con el gen SERT-s.
El equipo de German estimó que cerca del 17% de la población tiene dos copias del gen SERT-s.
Esas personas parecen ser más sensibles a los estímulos emocionales y tienen mayor posibilidades de experimentar depresión que las personas con uno o ningún gen SERT-s, concluyó.
Algunos expertos creen que los antidepresivos ayudan a remodelar el cerebro.
“El cerebro está conectado de manera diferente en las personas con depresión, y probablemente desde el punto de vista del tratamiento, deberíamos tratar de identificar a esas personas lo antes posible e intervenir antes de que ‘la conexión’ se altere”, dijo German.
Muchas áreas del cerebro están involucradas en la depresión, y estudios muestran que varios tipos distintos de tratamiento, incluyendo drogas y terapia cognitiva, son usualmente necesarios antes de que los pacientes puedan ser efectivamente curados.