Los resultados combinados de dos estudios hechos a un medicamento experimental para el mal de Alzheimer indican que pudiera demorar ligeramente el deterioro mental, especialmente en pacientes con casos moderados de la enfermedad.
Vistos por separado, los estudios con el fármaco —solanezumab, de Eli Lilly & Co.— no consiguieron su objetivo declarado de demorar considerablemente la declinación de las facultades mentales ni mejoró las actividades diarias, pero en conjunto, los resultados mostraron una declinación mental 34% menor en pacientes con Alzheimer que tomaron la medicina en comparación con quienes tomaron un placebo durante 18 meses.

Los médicos dijeron que los resultados son alentadores, aunque no lo suficientemente buenos como para conseguir la aprobación del medicamento en estos momentos, sin otro estudio que confirme que existe un beneficio. Los inversionistas se mostraron mucho más entusiasmados: Las acciones de Lilly subieron 5% el lunes y 19% desde agosto, cuando la compañía describió los resultados en términos generales.
Los resultados detallados fueron revelados por primera vez el lunes durante una conferencia de la Asociación Estadounidense de Alzheimer, en Boston.
“Ciertamente no es el jonrón que esperábamos, pero estamos muy alentados por los resultados”, dijo Maria Carillo, principal funcionaria científica de la Asociación, que no participó en los estudios.
El doctor Stephen Salloway, un experto en Alzheimer en la Universidad Brown, coincidió.
“Es emocionante ver que pudiera haber un beneficio clínico”, pero es modesto y pudiera no mejorar la forma en que viven los pacientes y que es lo que le importa más a las familias, dijo.
Unos 35 millones de personas en el mundo padecen de demencia y el mal de Alzheimer es la forma más común. Medicamentos actuales, como aricept y namenda, alivian temporalmente los síntomas. No existe una cura.
Solanezumab es una de tres medicinas en fase de pruebas que buscan frenar el avance de la enfermedad. Los resultados de una de las medicinas fueron decepcionantes y los de la otra serán dados a conocer a inicios del año próximo.
El uso de solanezumab busca que se adjunte y elimine los depósitos que obstaculizan el flujo de sangre en el cerebro de los enfermos. Los dos estudios fueron realizados con unos 1.000 pacientes cada uno, dos tercios de ellos con casos moderados de la enfermedad y la otra tercera parte con casos algo más graves, en 16 países. La edad promedio fue 75 años.
Expertos independientes advirtieron que las mejorías registradas fueron pequeñas y que deben verificarse con otro estudio.
“No quiero mostrarme demasiado entusiasmado… Hay un destello de beneficio”, pero menos que lo que mostraron otras medicinas que otrora parecieron promisorias, dijo el doctor Sam Gandy, jefe de estudios de Alzheimer en la Escuela de Medicina Mount Sinai School en Nueva York.