Investigadores alemanes descubrieron que podían emplear aromas para reactivar nuevos recuerdos en el cerebro de personas mientras dormían, y que luego los voluntarios recordaban mejor.
En un artículo en la revista “Science”, el equipo dijo que su estudio demostró que los recuerdos se consolidan durante el sueño y que las fragancias, y quizá otro tipo de estimulación, pueden reforzar las formas de aprendizaje del cerebro.

Jan Born y sus colegas de la Universidad de Lubeck, en Alemania, hicieron que 74 voluntarios aprendieran juegos similares al llamado “Concentration”, en el cual se deben encontrar pares de objetos o cartas iguales dando vuelta sólo una por vez.
Mientras realizaban esta tarea, algunos de los voluntarios inhalaban el aroma de rosas. Los participantes luego aceptaron dormir en un resonador, el aparato en el cual se capturan las denominadas imágenes por resonancia magnética (IRM).
Los expertos tomaron IRM de los cerebros de los pacientes mientras dormían. En varios momentos del sueño, el equipo de Born expuso a los voluntarios al mismo aroma a rosas.
Los participantes fueron evaluados nuevamente el día siguiente al que habían aprendido el juego.
“Después de la noche perfumada, los participantes recordaron el 97.2% de los pares de cartas que habían aprendido antes de dormirse”, escribieron los investigadores.
En tanto, sólo recordaron el 86% de los pares si no habían olido a rosas mientras dormían.
La etapa del sueño también fue importante en la mejora de la memoria, señalaron los científicos, en un hallazgo que se sumará al debate sobre si las personas “aprenden” mientras duermen, del mismo modo en que demostraron hacerlo algunos animales.
Estudios hallaron, por ejemplo, que las ratas que aprenden a sortear un nuevo laberinto ensayarán sus movimientos durante el sueño, y que los pájaros cantores repasan sus canciones al dormir.
El equipo de Born dijo que el perfume mejora el aprendizaje cuando se administra durante la fase de sueño lento, pero que no tenía efecto en la etapa REM o sueño de movimiento rápido de los ojos.
Las imágenes de las resonancias magnéticas mostraron que el hipocampo, la parte del cerebro asociada con las cosas nuevas, se activó cuando el aroma era inhalado por los voluntarios durante la fase de sueño lento. El Economista