En México 20 de cada 100 habitantes han tenido algún episodio ansiedad o depresión, mientras que a nivel mundial, la tercera parte de la población lo ha padecido a lo largo de su vida, revela el investigador Miguel Pérez de la Mora.

En su libro Depresión y ansiedad, señala que esa alteración o depresión, se presenta con más frecuencia en los diabéticos; en tanto que en países desarrollados como Estados Unidos y Holanda 40 de cada 100 presenta esta problemática.

La ansiedad es amiga o enemiga de acuerdo al momento en que se sienta, “como sistema de alerta nos protege ante un peligro y preserva nuestra integridad física y mental, pero como patología (si se siente que hay peligro sin haberlo) nos aflige”, plantea.

En el texto de la colección Ciencia de Boleto, preparada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para leer en el Metro, explica que aunque sus síntomas se sienten en el cuerpo, incluso en el corazón, este malestar se produce en el cerebro.

En un comunicado, el investigador de esta casa de estudios informó que para saber qué mecanismos la modulan, en su laboratorio del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM, descifra la bioquímica de estos padecimientos.

Con la certeza de que “nunca podremos reparar un reloj si no sabemos para qué sirve cada una de sus piezas”, por lo que si se conoce cómo se produce la ansiedad y qué se ha descompuesto en el mecanismo, “podremos diseñar racionalmente estrategias para tratarla”.

Indica que en su modulación participan muchas regiones y neurotransmisores del cerebro, una de las más importantes es la amígdala, una porción de tejido nervioso involucrada con el manejo de situaciones emocionales.

Sin embargo, aclaró, no se debe confundir esta región cerebral con las anginas; “ambas se denominan amígdala por parecerse a una almendra, y por llamarse ésta, en griego, amígdala” .

Con esa idea, señala que varios laboratorios, incluido el suyo han encontrado que la amígdala cerebral controla y modula la ansiedad por la participación de dos neurotransmisores, sustancias que se liberan entre dos neuronas y permiten su comunicación.

Estas sustancias son: el ácido glutámico, que es excitatorio y en términos generales la aumenta, y el ácido gama-aminobutírico que es inhibitorio, y en general la disminuye.

Mencionó que la dopamina es otro neurotransmisor que tiene efectos modulatorios sobre la ansiedad, y lo hace al modificar, en forma compleja, la transmisión nerviosa en la que el ácido glutámico y el GABA participan como neurotransmisores.

En los estudios, menciona, tanto en roedores hechos “diabéticos” en el laboratorio, como en pacientes afectados con esta enfermedad se ha detectado que la ansiedad se presenta con más frecuencia en ellos que en los individuos y animales no diabéticos.

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