Científicos trabajan en un nuevo medicamento que esperan sea capaz de reducir el daño a los tejidos tras un ataque cardíaco.
Se intenta que la medicina bloquee los efectos destructivos de una proteína llamada C-reactiva (CRP por su sigla en inglés), que en condiciones normales apenas se detecta en un examen de sangre.

Pero tras un ataque al corazón sus niveles aumentan en forma considerable, y los pacientes que poseen los mayores índices corren más riesgo de muerte.
El estudio, realizado por el University College de Londres, fue publicado en la revista Nature.
La proteína CRP se deposita entre y en los alrededores del tejido cardíaco dañado y aparentemente exacerba el problema al causar inflamación.
Poderoso
Los investigadores se apoyaron en trabajos anteriores de la universidad para crear un potente compuesto llamado bis (fosfocolina)-hexano.
En el ámbito del laboratorio se pudo comprobar que el compuesto inhibe la efectividad de la CRP y bloquea sus efectos dañinos.
“Pese a que los infartos son responsables por un tercio de las muertes en los países desarrollados, la mayoría de los pacientes sobrevive a su primer ataque”, explicó el profesor e investigador Mark Pepys.
“Sin embargo, si queda una cicatriz importante en los pacientes, pueden sufrir una falla cardíaca fatal en el futuro. Por ello es crítico reducir el daño inmediato”, agregó.
Pepys dijo que el objetivo es ahora perfeccionar el medicamento lo antes posible para comenzar las pruebas en pacientes, lo que tendría lugar en dos años.
Ellen Mason, una enfermera experta en problemas cardíacos en la Fundación Británica del Corazón, dijo por su parte que un infarto es un evento biológico complejo y que el papel de la CRP es sólo una parte del problema.
“Las pruebas clínicas del nuevo medicamento deben demostrar que es capaz de proteger a los pacientes”, dijo. BBC Mundo