Llevar una dieta rica en flavonoides, como los que se encuentran en las cebollas, el té, las manzanas o el vino tinto, reduce los síntomas tempranos de enfermedad cardiovascular, según un estudio.
Un equipo del Instituto de Investigación de la Alimentación del Reino Unido llevó a cabo una investigación sobre el flavonoide llamado quercetina.
El estudio examinó el efecto de los compuestos que se producen cuando el cuerpo asimila la quercetina.
Según se demostró, esos compuestos sirven para prevenir la inflamación crónica que provoca la obstrucción de las arterias y que produce las enfermedades cardiovasculares.
Algunos estudios previos mostraron que el intestino y el hígado metabolizan rápido la quercetina, un compuesto que no se encuentra en la sangre humana.
Es por ello que los investigadores se concentraron en estudiar los compuestos que entran en la corriente sanguínea una vez la quercetina es ingerida, absorbida y metabolizada.
La investigación reveló que en caso de un proceso inflamatorio una dosis menor de los compuestos, que se puede alcanzar comiendo entre 100 y 200 gramos de cebollas, tiene un mayor impacto.
Según Bridget Aisbitt, especialista de la Fundación Británica de la Nutrición, “este estudio nos da pistas de como una dieta rica en vegetales y fruta reduce el riego de padecer enfermedades cardiovasculares”.