El azufre se encuentra en alimentos ricos en proteínas como la carne, el pescado, los huevos o los lácteos. Además está presente en las coles, los espárragos, el puerro, el ajo y la cebolla.
¿Cuáles son sus funciones?
El azufre es un mineral necesario para la formación del colágeno, una proteína que forma parte de la piel, los huesos, los tendones y los ligamentos. Además algunas vitaminas del grupo B como las vitaminas B1, B5 y B8 contienen pequeñas cantidades de este mineral.

El azufre también es un componente de la heparina, un anticoagulante que se encuentra en el hígado y en algunos otros tejidos, por lo que este mineral posee un papel importante en la coagulación sanguínea. Además, es un constituyente de los aminoácidos azufrados (metionina y cisteína). Los aminoácidos son los componentes básicos de las proteínas, motivo por el que se explica la presencia de este mineral en los alimentos proteicos.
Carencia y toxicidad
La falta de azufre en la dieta provoca un retraso del crecimiento ya que se produce un debilitamiento de la piel y del tejido conjuntivo, componente de piel, huesos, tendones y ligamentos.
Por el contrario, no se ha descrito ningún caso de toxicidad por exceso de azufre, ya que éste se elimina por la orina en forma de sulfato.
¿Cuál es la cantidad recomendada?
Las cantidades de consumo recomendadas para el azufre no han sido establecidas ya que no es común que tenga lugar una falta de este mineral en la dieta. Los alimentos ricos en proteínas aportan cantidades suficientes de azufre, por lo que a no ser que se lleve a cabo una alimentación con una cantidad insuficiente de proteína, no tiene porqué darse un déficit de azufre. Consumer