Un hombre que, deliberadamente, se infectó con lombrices intestinales obtuvo alivio de su colitis ulcerosa, un mal que es menos común en las regiones del mundo donde los helmintos son más abundantes, informó hoy la revista Science Translational Medicine.
La colitis ulcerosa es una enfermedad del colon y del recto que se caracteriza por la inflamación y ulceración de la pared interior del intestino. Los síntomas típicos incluyen diarrea, algunas veces con sangre, y con frecuencia dolor abdominal.

Un equipo encabezado por Mara Broadhurst, del Departamento de Medicina en la Universidad de California, explicó en el artículo que esa enfermedad inflamatoria del intestino es más prevalente en América del Norte, el Reino Unido y el norte de Europa.
Pero es, históricamente, “rara en regiones de infección endémica de helmintos como Asia, África y América Latina”.
Esto llevó a muchos investigadores a la hipótesis de que ese tipo de lombrices “pueden proteger contra la inflamación patológica como efecto secundario de su capacidad para modular el sistema de inmunidad que les permite sobrevivir dentro del mamífero anfitrión”.
Según los investigadores se calcula que casi mil millones de personas en todo el mundo están infectadas con la lombriz intestinal Trichuris suis, un parásito que coloniza crónicamente el intestino humano.
El tratamiento más común para los pacientes infectados combina medicamentos antiinflamatorios e inmunoreguladores.
El artículo no identifica al sujeto del experimento, ni informa sobre su localización, pero señala que se trata de un hombre de 35 años de edad en 2003 cuando se le diagnosticó con colitis ulcerosa.
“Su enfermedad inicial era grave y no respondía a los antiinflamatorios y altas dosis de esteroides”, señala el artículo según el cual el paciente mostraba una ulceración extendida de la mucosa epitelial en el colon.
A principios de 2004 los médicos que trataban a este paciente recomendaron el uso de un potente supresor de inmunidad o una colectomía -la extirpación del colon- pero “en cambio, el paciente eligió infectarse con huevos de T. trichiura obtenidos en Thailandia”.
El individuo ingirió 500 huevos germinados in vitro a fin de 2004 y otros 1.000 huevos tres meses más tarde, indica el artículo.
“Sus síntomas mejoraron en los meses siguientes y para mediados de 2005 estaba libre de síntomas y no necesitaba más tratamiento de la colitis ulcerosa”, informaron los investigadores.
Desde entonces, el individuo ha tomado periódicamente aminosalicilatos, compuestos similares a la aspirina, tópicamente por vía bucal para controlar las reapariciones esporádicas de síntomas leves, pero “en general no ha estado bajo tratamiento médico alguno”.
No es ésta la primera vez que se emplean las lombrices intestinales para el tratamiento de enfermedades humanas: ya se ha demostrado su eficacia en el tratamiento de condiciones como el mal de Crohn, la enfermedad inflamatoria del intestino, la esclerosis múltiple y el asma.
El equipo de Broadhurst, que estudio el caso del individuo que se infectó voluntariamente, encontró que el tejido afectado por la colitis ulcerosa tiene un elevado número de células de inmunidad que expresan la proteína inflamatoria IL-17 cuando está ausente otra proteína, llamada IL-22.
Pero, después de la exposición a las lombrices, la enfermedad entró en remisión y aparecieron grandes cantidades de células de inmunidad productoras de la IL-22 que, según creen los autores, está asociada con el alivio de los síntomas y la producción de mucosa. EFE