Para mejorar la memoria y el rendimiento intelectual podemos emplear diferentes plantas:
* Gingko biloba. Se trata de un árbol que puede alcanzar los 40 metros de altura. Se emplea en Medicina China desde hace más de 4.000 años. Sus hojas poseen sustancias que actúan sobre el sistema circulatorio a varios niveles pero, sobre todo, aumentan la circulación cerebral y general, tonifican los vasos sanguíneos y los protegen del envejecimiento.

Es especialmente efectivo en el tratamiento de la insuficiencia circulatoria cerebral reduciendo la depresión, la pérdida de memoria y el sentido de desorientación. También enlentece el progreso de la enfermedad de Alzheimer cuando se comienza a tratar pronto.
Puede tomarse en diversas formas:
Extracto fluido: 30 gotas 2 ó 3 veces al día.
Cápsulas de extracto: 60 miligramos por cápsula. Tomar 1-2 cápsulas al día.
Infusión: una cucharada sopera rasa de hojas por cada taza al fuego durante 3 minutos y dejando reposar 5. Tomar 3 tazas al día.
* Romero. Es un arbusto aromático de tallo leñoso de hasta 2 metros de altura. Contiene sustancias activas a nivel del sistema cardiovascular, mejorando la circulación general y el sistema nervioso. Es un tónico general que estimula las funciones cerebrales.
Se toma en infusión: media cucharada sopera rasa por cada taza de agua. Se hierve durante 1 minuto y se deja reposar 10 minutos. Se endulza con miel y se toma una taza al día.
* Vincapervinca. Es una planta herbácea de 10-20 centímetros de altura. Sus hojas contienen vincamina, indicada en la insuficiencia circulatoria cerebral ya que es un potente vasodilatador de las arterias cerebrales, aumenta la irrigación del tejido cerebral y mejora el funcionamiento del sistema nervioso central. Se ha demostrado que la vincamina actúa mejorando la oxigenación de las neuronas.
Se emplea en decocción de 30-50 gramos de hojas por litro de agua durante 2 minutos. Se toman 3 tazas al día endulzadas con miel de romero.
Junto a estas recomendaciones de carácter nutricional y fitoterápico, no olvidemos que la clave es permanecer activos. Actividades como tocar algún instrumento, pintar, leer, realizar ejercicios mentales, hacer crucigramas o jugar al ajedrez ayudan a que nuestra mente no envejezca.