La exposición excesiva a los rayos ultravioleta provoca la muerte de 60.000 personas cada año, de las que 48.000 fallecen a causa de los melanomas malignos y las 12.000 restantes por carcinomas cutáneos, según un informe divulgado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según el estudio -que aparece justamente cuando varios países europeos sufren una ola de calor- la consecuencia más agrave del abuso de exponerse al sol es el melanoma maligno, que sólo puede curarse si es detectado de manera precoz.

Además de esas enfermedades, esa exposición excesiva provoca eritemas solares, el envejecimiento cutáneo, cataratas corticales (opacidad del cristalino), herpes labial y hasta carcinoma espinocelular, una enfermedad muy rara.
“Esta evaluación global de los riesgos sanitarios asociados a los rayos ultravioletas ofrecen una base sólida de acción en el ámbito de la salud pública”, señaló la directora de la División de Salud Pública de la OMS, María Neira.
Observó que “aunque todos necesitamos del sol, el exceso puede ser peligroso y hasta mortal”, pero anotó que “simples medidas de prevención permiten evitar casi por completo las enfermedades provocadas por esos rayos”.
En ese sentido, Neira explicó que los rayos ultravioleta, siempre y cuando sean recibidos con prudencia, pueden tener efectos benéficos, principalmente por su contribución a la síntesis de la vitamina D, que si está presente en cantidades suficientes evita el desarrollo de enfermedades óseas, como el raquitismo o la osteoporosis.
En el informe, la OMS incide en el hecho de que, en la mayoría de casos, una exposición mínima ordinaria es suficiente para mantener la vitamina D a niveles adecuados para evitar ciertos problemas de salud.
Además, se estudia la posibilidad de que los referidos rayos tengan hasta un efecto benéfico para ciertos tipos de cáncer y problemas de inmunidad.
Entre las medidas de precaución que recomienda la OMS destacan limitar la duración de la exposición al sol en la mitad de día (cuando los rayos ultravioleta son más intensos), sacar provecho de los espacios bajo la sombra y aplicar crema solar de largo espectro con un factor de protección no inferior a 15.
Igualmente, se recomienda evitar los salones de bronceado artificial, que la organización sugiere sean prohibidos totalmente para los menores de 18 años.