La temida ‘diarrea del viajero’, que afecta a 27 millones de turistas cada año y a 210 millones de niños en países en desarrollo, está a punto de perder su protagonismo, ése que con mucha frecuencia la convierte en la compañera indeseable de las vacaciones. Una nueva vacuna en parches ha mostrado, en los ensayos, que reduce la incidencia de esta enfermedad y que, en el caso de contraerla, los episodios duran menos.
Investigadores de la Universidad de Texas (EEUU) han desarrollado esta inmunización, fabricada con toxinas de ‘Escherichia coli’, la bacteria responsable de la mayor parte de los casos de ‘diarrea del viajero’. En una investigación en fase II, la vacuna ha resultado ser segura y eficaz, aunque aún se tienen que confirmar estos positivos datos con más ensayos, según avanza la revista médica ‘The Lancet’.

Las náuseas y vómitos, los dolores abdominales y la deshidratación, además de la diarrea, son los síntomas típicos de este trastorno, que suele durar cuatro o cinco días y que, anualmente, se cobra la vida de 380.000 niños en los países donde la bacteria es endémica, principalmente en África, Asia y Suramérica.
El equipo investigador probó la vacuna en 170 adultos, con edades entre los 18 y 64 años, que planeaban viajar a México o Guatemala. De los participantes, 111 recibieron un placebo y 59 de ellos probaron los dos parches de la vacuna, el último de los cuales se tiene que administrar justo una semana antes del viaje. Una vez puesto, para que la vacuna sea efectiva el individuo debe llevar el parche durante seis horas.

Evitar el baño

De esta manera, los autores observaron que el 22% de los que tomaron placebo tuvo diarrea, frente al 15% de quienes habían sido vacunados. Además, la enfermedad duró más tiempo en aquellos individuos que no habían sido inmunizados, ya que en estos últimos el episodio dio la lata durante tan sólo medio día.
Tampoco el trastorno fue igual de severo en los pacientes de ambos grupos. Entre las personas que recibieron un placebo el riesgo de sufrir una diarrea moderada o severa (consideradas como aquellas en las que se hacen entre cuatro y seis deposiciones diarias) fue tres veces mayor. Ninguno de los pacientes vacunados experimentaron reacciones adveras.
“Nuestro trabajo sugiere que los parches tienen el potencial de cambiar la forma de prevenir esta diarrea, contra la que hasta ahora hay muy pocas armas”, explica Herbert L. DuPont, profesor y director del Centro para Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Texas. “Si los resultados se vuelven a repetir en el siguiente ensayo estaremos ante un producto que es capaz, no sólo de mitigar una enfermedad que afecta a millones de ciudadanos, sino también de prevenir que algunos pacientes desarrollen síntomas crónicos del síndrome de colon irritable“, añade.
Además de su seguridad, los investigadores añaden que el hecho de que se trate de un parche, que se administra directamente a través de la piel, es una gran ventaja, ya que no se necesita disponer jeringuillas y puede conservarse fuera de la cadena de refrigeración, lo que la convierte en una candidata ideal tanto para los viajeros como para los ciudadanos de países en vías de desarrollo.
El Mundo