La Comisión Europea (CE) advirtió que los aparatos de bronceado por rayos ultravioleta pueden aumentar el riesgo de cáncer de piel y melanoma ocular, por lo que recomendó que las personas de grupos de riesgo no los empleen, a la vez que intentará reducir el nivel máximo de radiación de las máquinas.
Las personas con conocidos factores de riesgo para cáncer de piel, como piel clara y con tendencia a sufrir quemaduras solares; con pecas, lunares múltiples o manchas en la piel, o quienes tengan historial familiar de melanoma, no deberían exponerse a este tipo de aparatos, según la Comisión.

Además, y como el riesgo de melanoma es particularmente alto cuando se usan aparatos ultravioletas a una edad temprana, estos dispositivos no deberían ser empleados por menores de 18 años.
La CE también pidió a las autoridades nacionales y al sector (fabricantes y salones de bronceado) que las máquinas de rayos ultravioleta incluyan advertencias e instrucciones adecuadas para los usuarios.
La advertencia se basa en un informe emitido por el Comité Científico de Productos de Consumo (CCPC), según indicó Philip Tod, portavoz de Salud en la CE, durante una conferencia de prensa.
El informe científico, de 43 páginas, no incluye cifras concretas sobre afectados porque el uso de estos aparatos no estaba extendido hasta la década de 1990 y sus efectos completos sobre la salud “no son conocidos todavía”.
Por ello, reconoce que harán falta “varios años” hasta conocer con detalles esos efectos debido al largo período de desarrollo del cáncer.
Sin embargo, Tod señaló que el informe incluye un cálculo aproximado de que los efectos del uso de aparatos de rayos ultravioleta podrían causar una media de 100 muertes anuales en el Reino Unido.
“Estoy preocupado porque el uso indiscriminado de estos aparatos de bronceado para efectos cosméticos puede llevar a una mayor incidencia de casos de cáncer de piel”, señaló el comisario europeo de Salud, Markos Kyprianou, en un comunicado.
Además de las advertencias a los consumidores, la Comisión va a trabajar dentro de los comités de estandarización técnica, que son independientes de la UE, para reducir los umbrales máximos de radiación de estos aparatos, ya que actualmente no existen límites a esa radiación ultravioleta.
La CE no tiene poderes para obligar a la industria a actuar, según reconoció el portavoz de Industria en el Ejecutivo comunitario, Gregor Kreuzhuber.
Sin embargo, según la llamada directiva de “bajo voltaje”, todos los aparatos eléctricos vendidos dentro de la UE “deben ser seguros”, por lo que trabajan para “cambiar este estándar” sobre los límites de radiación.
La CE trabaja ya en la elaboración de advertencias en todas las lenguas de la Unión Europea.
Kreuzhuber confió en que, entre las advertencias a los usuarios y el trabajo con la industria y los salones de bronceado, se produzca un mejor uso de los aparatos, ya que el informe científico transmite el mensaje de que “las cosas no pueden seguir como hasta ahora”.
Tod recalcó que el riesgo es mayor cuando se suma el uso de máquinas de bronceado a la exposición a los rayos solares, ya que “hay un efecto acumulativo” que supone “un factor de riesgo” para las personas con mayor riesgo de sufrir cáncer de piel.