Los científicos intentan reproducir en laboratorio las portentosas cualidades del olfato canino, que es capaz de distinguir a una persona enferma de otra sana con solo oler su aliento. En la respiración de las personas con tumores pulmonares parece existir una huella química o genética específica.
El doctor Michael Unger, del Fox Chase Cancer Center, de Philadelphia, Estados Unidos, está investigando nuevos métodos de diagnóstico capaces de imitar al prodigioso olfato canino, para así identificar la “huella química” del cáncer y detectar la dolencia en sus estadios iniciales, cuando se puede curar con cirugía.
Según este experto, existe algo en el aliento humano que permite a los perros distinguir a una persona enferma de una sana.
Distintos experimentos de Unger han demostrado que los canes entrenados para reconocer el aliento de una persona que padece esa enfermedad pulmonar cumplen su tarea con una precisión superior al 90 por ciento, al olfatear las muestras de aire exhalado por la gente.
El cáncer pulmonar es un crecimiento anormal de las células del pulmón. Suele producirse en las paredes internas de los bronquios, y al crecer puede obstruir el paso del aire y alterar la respiración. Una de sus causas principales es el tabaquismo.
El objetivo de las investigaciones con perros que desarrollan el doctor Unger y su equipo en Estados Unidos, consiste en detectar mejor las personas de alto riesgo para diagnosticar la dolencia en sus inicios, ya que más del 70 por ciento de los casos se pueden curar promedios quirúrgicos si los tumores son tratados tempranamente.
Los expertos recogen muestras del aire exhalado por pacientes con cáncer, por fumadores sin cáncer y por personas sanas. Los perros son entrenados para oler el aire de las personas enfermas y aprenden cómo responder cuando lo huelen. “Cada vez que les damos las muestras de personas con cáncer, los animales responden”, según Unger.
En realidad, los canes no huelen el cáncer, sino los componentes alcalinos y de benzeno del aliento que producen los personas que sufren la enfermedad, y que están ausentes en la respiración de los individuos sanos.
Los animales distinguieron a la gente sana de la enferma con una fiabilidad del 90 por ciento. “La idea de que los perros pueden detectar el cáncer “no es una locura y es biológicamente plausible”, ha explicado el doctor Ted Gansler, vinculado a estas investigaciones.  MSN Salud