Un parche transdérmico -que se absorbe a través de la piel- que contiene el principio activo de la rivastigmina se presenta como una mejora en la calidad de vida del paciente, además de conseguir beneficios en la memoria y la capacidad para realizar actividades cotidianas para el enfermo de alzhéimer si se la compara con el placebo, que es la forma en que se administra hasta el momento. Asimismo, esta fórmula oral del fármaco produce efectos gastrointestinales secundarios, que consigue mitigar el parche.
El Ministerio de Sanidad (España), ha aprobado hoy la administración de este primer tratamiento transdérmico con financiación pública, después del diagnóstico hospitalario de la dolencia. El Sistema Nacional de Salud (SNS) se encargará de dispensar este fármaco, que ha demostrado ser “seguro y bien tolerado en el control de los síntomas de la demencia” en sus primeras fases. De hecho, el parche, que comercializan los laboratorios Novartis como Exelon Skin Patch, ya pasó en el verano de 2007 el corte exigido por la FDA (la Agencia Estadounidense del Medicamento).
Norteamérica confió entonces en los beneficios de la rivastigmina administrada a través de parches como vía innovadora frente a las cápsulas.
Lo hizo al comprobar los resultados del ensayo clínico internacional IDEAL (siglas en inglés de la Investigación de la rivastigmina transdérmica en la enfermedad de Alzheimer) en el que participaron 1.200 pacientes con esta dolencia degenerativa. El parche mostró una eficacia similar a las dosis más elevadas de rivastigmina en cápsulas y fue mejor tolerado por los pacientes. No en vano, también el 70% de los cuidadores de personas con alzhéimer prefieren este sistema a las cápsulas, porque, entre otras cosas, aseguran que les proporciona la “certeza visual” de que el paciente recibe la medicación.
La administración es muy sencilla: se aplica en la espalda, en el pecho o en el brazo y libera el medicamento a través de la piel durante 24 horas continuadas.
Via ADN