Cuando el cabello es expuesto a rayos X, la radiación es difractada de una manera distinta por la alfa queratina que conforma el pelo, explicaron los expertos en International Journal of Cancer.
Los doctores Gary L. Corino y Peter W. French, de Fermiscan Ltd en Sidney, usaron la técnica para observar las muestras de cabello de 13 pacientes diagnosticadas con cáncer mamario y 20 personas saludables.

El pelo fue cortado lo más cerca de la piel posible, para obtener muestras del crecimiento del vello más reciente. Los investigadores “generaron exitosa y consistentemente el patrón básico de difracción de la alfa queratina por los rayos X en cada una de las muestras de cabello”.
El cabello de las pacientes con cáncer de mama produjo las mismas características y “la única diferencia fue la superposición de otro patrón”. Este fue un anillo de baja intensidad distintivo.
Esta señal de anillo fue bastante precisa a la hora de identificar el cáncer de pecho. Sólo no identificó a una de las pacientes con la enfermedad y arrojó falsos positivos en tres de las personas saludables.
Los investigadores continuaron estudiando un cabello largo, de seis meses de crecimiento, en una paciente con cáncer que se había sometido a quimioterapia.
La difracción de rayos X en tres puntos de ese pelo mostró clara evidencia del anillo en la posición más alejada de la raíz, un anillo más débil en el punto medio y completa ausencia del anillo cerca de la raíz.
“Esta reducción progresiva de la intensidad del anillo parece tener correlación con el curso del tratamiento de la paciente y posiblemente indique la erradicación del tumor como resultado de la terapia”, sugirieron Corino y French.
Para los expertos, la aparición del anillo representa “la incorporación de material lipídico extraño en la fibra como resultado de la presencia de un tumor”. También podría ser que la enfermedad afecte de algún modo los folículos del cabello.
El equipo concluyó que se necesitan más estudios para establecer la precisión de esta metodología como prueba diagnóstica del cáncer de pecho.
Terra/Reuters