Nadar puede aliviar significativamente el dolor debilitante provocado por la fibromialgia, una enfermedad que por el momento no tiene cura, informaron el viernes investigadores europeos.La condición afecta fundamentalmente a las mujeres y puede causar dolor severo y rigidez en los músculos, los ligamentos y los tendones.

Los expertos desconocen cuál es la causa del trastorno, pero consideran que el trauma físico y emocional puede jugar un papel importante en la aparición del síndrome, en el que es común la presencia de dolor en el cuello y en los hombros.
Algunas personas con la condición también tienen problemas de sueño y sufren ansiedad y depresión.
En un estudio con 33 mujeres, los investigadores dividieron a las participantes en dos grupos. Uno ejercitó en agua templada por más de una hora tres veces por semana, durante ocho meses, mientras que el otro no recibió entrenamiento acuático.
Las pacientes que nadaron dijeron que la actividad las ayudó a aliviar el dolor y a mejorar la calidad de vida, señalaron Narcis Gusi, de la Universidad de Extremadura en España, y Pablo Tomas-Carus, de la Universidad de Evora en Portugal, quienes dirigieron el estudio.
“La adición de un programa de ejercicio acuático al cuidado habitual para la fibromialgia en las mujeres es rentable en términos tanto de costos de atención médica como sociales”, escribieron los autores en la revista Arthritis Research & Therapy.
Los médicos suelen prescribir ejercicio y técnicas de relajación, analgésicos y, en ocasiones, bajas dosis de antidepresivos para tratar los síntomas.
En junio del 2007, el medicamento pregabalina obtuvo aprobación para tratar la condición. El fármaco, de Pfizer Inc. PFE.N, se comercializa como Lyrica.
En noviembre, investigadores estadounidenses demostraron que las mujeres con fibromialgia que participaron en un régimen de entrenamiento físico declaraban tener menos dolor, mejor funcionamiento físico y vitalidad.
Gusi y Tomas-Carus indicaron que no compararon el entrenamiento acuático con ninguna otra forma de ejercicio, como puede ser el aeróbico de bajo impacto, las caminatas o el tai-chi.
Reuters / El Economista