Hoy en dia el uso de reproductores de música estan de moda, desde el popular iPod hasta los teléfonos celulares ya tienen esta capacidad, pero el oírlos puede representar un riesgo.
Cuando se utilizan estos aparatos al correr, andar en bicicleta o el simple caminar se debe de tener un volumen moderado para percatarse de lo que acontece a nuestro alrededor.
Desde el sonido de un claxon, el sonido del motor, que debemos alcanzar a percibir para evitar un accidente o ser atropellado, lo mismo para oír el ladrido de un perro o a alguna persona previniéndonos de algún peligro.
También al conducir un automóvil se debe de lograr percibir lo que ocurre en el exterior, el sonido de una sirena o el silbato de un agente de transito.

Otro de los productos que debemos de prevenir son los daños al oido debido a que estos reproductores pueden llegar a los 112-115 decibeles (dB), más que los que produce un avión cuando despega o el tráfico intenso.
Según los expertos, una exposición prolongada a ruidos por encima de los 85 decibelios puede causar traumas auditivos que lesionen el oído interno, mientras que una hora escuchando la música a todo volumen con un reproductor y auriculares, puede causar daños permanentes que reduzcan la capacidad de oír.
Los datos son reveladores: una conversación normal alcanza los 60dB, el ruido de tráfico intenso los 85dB, mientras que los MP3 o iPod pueden llegar a los 100dB, el límite establecido en la Unión Europea y equivalente al ruido de un avión al despegar.
“Precisamente, el escuchar música a niveles muy elevados y durante un tiempo prolongado hará que los jóvenes de hoy presenten problemas de audición propios de personas de 70 años, cuando tengan 50 años”, apunta el doctor Gavilán.