Un equipo de científicos de la Universidad de la región española de Castilla-La Mancha la denominó PEDF (Factor Derivado de Epitelio Pigmentario) y es la responsable de lograr el equilibrio entre la producción de nuevas neuronas y el mantenimiento de células madre indiferenciadas, fundamental para la supervivencia de éstas últimas.

El trabajo, realizado con la colaboración entre el departamento de Biología Celular de la Universidad de Valencia y el de Genética de la Universidad de
Castilla-La Mancha, fue publicado en la revista “Nature”.
Hasta hoy, era lejana la posibilidad de usar células madre adultas para tratar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, que chocaban con la pérdida de su carácter indiferenciado al salir del microambiente donde se encontraban.
Según la agencia de noticias EFE, al ser localizada la sustancia producida en el interior de los vasos sanguíneos que mantienen intactas las células madre adultas se daría, según estos científicos, un paso importante en la aplicación terapéutica de estas células, ya que la PEDF podría mantener su plasticidad en cultivos fuera del organismo e, incluso, abriría la posibilidad de modular procesos regenerativos “in situ”.