La máxima autoridad sanitaria de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) acaba de aprobar el uso de un nuevo fármaco antidepresivo que se consume como espray nasal.


El medicamento, lazado por Janssen (la línea farmacéutica de Johnson & Johnson), está compuesto por esketamina, que está relacionada con la ketamina, un anestésico usado en humanos y animales que también presenta efectos narcóticos.

El controvertido fármaco, comercializado bajo el nombre de Spravato, de momento solo se puede consumir bajo supervisión médica, debido al “riesgo de abuso y dependencia” que puede provocar. Por ello, el tratamiento recomendado por la compañía es dos veces por semanas durante un mes, y compaginado con el antidepresivo oral habitual. El comité de expertos ha ordenado que las dosis se administren en el mismo consultorio médico y que los pacientes permanezcan en la clínica controlados durante las dos horas posteriores a la toma.

Según el comunicado difundido por Janssen, el uso de Spravato tanto a corto como a largo plazo incrementan la mejoría de los síntomas de la depresión “comparado con aquellos adultos que recibien un tratamiento oral”.

Los efectos secundarios registrados durante los ensayos clínicos de este nuevo antidepresivo son mareos, náuseas, disminución de algunos sentidos, ansiedad o falta de energía, según recoge la nota de prensa. Otros más “serios” como sedación y disociación.

El investigador pagado por la empresa Michael E. Thase, profesor de la Universidad de Pennsylvania, afirma que “en fase tres, hemos observado que esta terapia mejora sustancialemente a los paciente con resistencia a los tratamientos antidepresivos“.