En México, más de 20 millones de personas, la quinta parte de la población, ha padecido alguna vez trastornos mentales severos, desde una depresión moderada hasta un brote agudo de psicosis, informó el ISSSTE.
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) indicó que en la aparición de esos padecimientos puede haber influido el desarrollo tecnológico, que al mismo tiempo que simplifica la vida, la complica para algunos, lo que impacta incluso en la familia.

En un comunicado, agregó que este panorama podría elevar la incidencia de esos padecimientos y consecuentemente se incrementará la demanda de servicios para atender enfermedades mentales.
El instituto refirió que los trastornos del comportamiento se han ubicado en el noveno lugar en las causas de de consulta de la población derechohabiente, predominando los trastornos de la ansiedad, como son el estrés y la depresión.
La salud mental se define como la capacidad del individuo para interactuar de manera armónica con su ambiente. El bienestar integral de todo ser humano se compone de tres elementos básicos: la salud física, la salud mental y la armonía social, definió.
Explicó que las principales manifestaciones de la pérdida de la salud mental se expresan con padecimientos que alteran las funciones mentales y a veces cerebrales, tales como el estrés, la depresión, el trastornos de ansiedad y las adicciones, entre otras.
El estrés, de no atenderse a tiempo, se puede convertir en un síndrome de estrés postraumático que por su gravedad puede ser incapacitante de la persona en su vida productiva, social y afectiva, alertó.
En el caso de una depresión aguda no atendida, igualmente puede terminar en intentos de suicidio y desconexión de la realidad.
De acuerdo con especialistas del ISSSTE, cuando esas enfermedades no son tratadas de manera efectiva pueden desembocar en trastornos mentales más graves, por lo que se recomienda practicar estilos de vida sanos para preservar la salud mental.
También es necesario hacer ejercicio, descansar y dormir bien, tener buenos hábitos alimenticios y abordar los problemas diarios con paciencia y tolerancia.
A nivel mundial aproximadamente 90 millones de personas han sufrido alguno de esos trastornos, y se estima que el doble de esta cifra está seriamente dañado por la dependencia al alcohol, al tabaco o a diversas drogas ilegales o de uso médico.
El ISSSTE estimó que cerca de una quinta parte del total de las personas que acuden a los servicios médicos, tanto en los países avanzados como en vías de desarrollo, padecen alguna enfermedad de esa naturaleza.
Señaló que dichas enfermedades pueden afectar a cualquier persona sin distinción de edad o condición social, es decir, adultos, niños, ancianos, adolescentes y jóvenes, ricos y pobres, de todos los países.