Una niña colombiana de 10 años dio a luz a una beba el viernes 6. Tenía 39 semanas de embarazo cuando se presentó en el hospital con fuertes contracciones.
La pequeña pertenece a la comunidad indígena Wayuu, que tiene su asentamiento en la península de La Guajira, al norte del país.
En este grupo indígena es común el embarazo precoz, pero es muy poco frecuente que lleguen a una sala de un hospital.

La bebe, de 5 libras, nació por cesárea y tanto ella como la mamá se encuentran en buen estado de salud.
Los médicos dijeron que nunca habían visto a la niña durante su embarazo.
Este caso generó una nueva controversia sobre el embarazo infantil, especialmente porque las leyes colombianas otorgan cierta autonomía a las naciones indígenas, las que mantienen costumbres milenarias, una de ellas, el embarazo de niñas pre púberes.
La identidad del padre aún no se conoce, la prensa local especulaba con la hipótesis de un padre adolescente, de 15 años; y con otro adulto, de 30.
Mientras la controversia crece porque hay quienes piensan que estos patrones culturales deberían prohibirse en beneficio de la salud infantil, otros creen que hay que respetar conductas que son culturales y que no tienen que ver, dicen, con ningún tipo de abuso o perversión.
Efraín Pacheco Casadiego, director del hospital de Manaure, adonde llegó la jovencita, dijo que “ya hemos visto casos similares con niñas Wayuu. En días en los que tendrían que estar jugando con muñecas, deben cuidar de un hijo” .
En la otra vereda, Alejandro Samplayo, director de la organización Colombiano Bienestar Familiar, expresó que “ya que se trata de una niña Wayuu, se deben respetar sus derechos” .
Según la Asociación Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente, las mamás niñas y sus bebés están en alto riesgo. No sólo pueden sufrir problemas de salud como hipertensión, preclampsia y otros trastornos, sino que suelen enfrentar la pobreza, atrasos en el desarrollo, problemas de salud mental como depresión y fracaso escolar.
“El cuerpo de estas niñas no está todavía preparado para la maternidad; y sus mentes aún menos” , explica un informe publicado por WebMD.
La niña más joven que dio a luz, y que registra la historia médica, fue Lina Medina, a la increíble edad de 5 años. Ocurrió en Ticrapo, Perú, en 1939, cuando los padres de la niña la llevaron al hospital pensando porque su vientre crecía y pensaban que tenía un tumor.
El doctor Gerardo Lozada determinó que Lina tenía siete meses de embarazo y trasladó a la niña a Lima para que otros especialistas confirmaran la condición.
Lina dio a luz a un varón por cesárea, porque su pelvis era demasiado pequeña para soportar un parto natural. Lo llamó Gerardo en honor al médico que la atendió y que luego la ayudó a que su niño creciera bien y fuera a la escuela.
Al practicar la cesárea, los médicos comprobaron que la niña tenía una condición conocida como pubertad precoz, con todos sus órganos femeninos perfectamente desarrollados.
Gerardo creció pensando que Lina era su hermana. A los 10 se le dijo la verdad y a los 40, en 1979, murió de leucemia.
Nunca se supo la identidad del padre.
Lina Medina tiene 78 años y vive en un barrio de Lima.