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Los cálidos días de verano son el momento perfecto para ir a la playa. ¿Son también perfectos para una visita a su hospital universitario local?
Tal vez no tanto, advierten investigadores que informan que esas instituciones tienden a sufrir una reducción en la eficacia y un pico en las muertes de los pacientes cuando pasan por el masivo cambio de residentes que por lo general ocurre cada julio.
Esa observación surge de un análisis de 39 estudios que evaluaron un fenómeno comúnmente conocido como el “efecto julio”. El término se refiere al momento específico del año en que los estudiantes médicos residentes experimentados se marchan de su hospital universitario designado, y son reemplazados por internos más descansados pero menos experimentados.
“Nuestro estudio es una señal de que en ese momento hay un mayor riesgo”, anotó el autor del estudio, el Dr. John Q. Young, director asociado del programa de capacitación de residentes del departamento de psiquiatría de la Facultad de medicina de la Universidad de California en San Francisco. “Esa es la moraleja, y es algo que los pacientes deben saber”.
“Sin embargo, al mismo tiempo, los pacientes no deben retrasar la atención por esta preocupación”, enfatizó Young. “Siempre deben buscar la atención que necesiten cuando la necesiten. Pero diría que esta preocupación hace que para los pacientes sea importante incluir a un familiar o amigo en el proceso. Deben acudir junto al paciente al hospital, para poder velar por sus intereses, y no dude en pedir hablar con el médico asistente experimentado que siempre está allí supervisando al equipo”.
Young y colegas informan sobre sus hallazgos en la edición en línea del 12 de julio de la revista Annals of Internal Medicine.
Los autores señalan que el problema es la antigua inquietud por la interrupción que ocurre en el verano en la eficacia médica de los hospitales universitarios. Esto puede ocurrir cuando grandes grupos de médicos en entrenamiento se marchan del centro al mismo tiempo que llegan los “novatos”. Cada año, estos cambios involucran a más de 100,000 miembros del personal médico de EE. UU. y 32,000 de Europa, anotaron Young y su equipo.
La preocupación tiene que ver con la falta de familiaridad general del nuevo personal con el complicado funcionamiento del ámbito hospitalario, además de su relativa falta de experiencia, que podría dejarles poco preparados para las demandas de un ambiente clínico acelerado.
Al analizar las consecuencias posibles para la salud del paciente, el equipo del estudio observó los resultados de 39 estudios en inglés (la mayoría estadounidenses) que se llevaron a cabo de 1989 a 2010.
El equipo se enfocó en la tasa de mortalidad, complicaciones médicas y errores médicos en hospitales universitarios en julio, además de variables generales de eficacia como la duración de la hospitalización de los pacientes, los costos médicos y el tiempo en quirófano, en comparación con otros meses.
El resultado: Las tasas de mortalidad de los pacientes tendían a subir durante el cambio de personal de julio, al mismo tiempo que la eficacia de la atención se reducía. El equipo concluyó que esto significa que el “efecto julio” es real.
Sin embargo, las diferencias en la forma en que los 39 estudios se llevaron a cabo imposibilitaron que los autores determinaran las causas exactas de estas tendencias, y el grado en que la atención del paciente podría verse afectada. Tampoco pudieron precisar qué tipos de hospitales universitarios eran los más vulnerables al cambio de personal.
“Realmente se necesitan más y mejores estudios sobre el tema, estudios que controlen las variables y factores importantes involucrados, y que observen áreas como la morbilidad, las complicaciones quirúrgicas, las infecciones y ese tipo de cosas”, planteó Young.
“Pero diría que los hospitales en sí ya se toman el problema bastante en serio”, añadió Young, “y muchos toman medidas específicas para gestionar los riesgos. [Éstas incluyen] evaluar la competencia y habilidades clínicas de los nuevos residentes cuando asumen nuevos puestos, y asegurar que el nivel de responsabilidad que se les confiere sea el adecuado. Muchos se han esforzado por mejorar la supervisión, controlar el crecimiento de las cargas de casos asignados a los nuevos residentes, y proveer una mejor orientación. Se le está prestando atención al tema”.
Los expertos sugieren evitar la fatiga de los residentes, y escalonar los calendarios de inicio de entrenamiento, de forma que no todos los residentes experimentados se marchen al mismo tiempo.
Por su parte, el Dr. David Dunkin, profesor asistente de pediatría de la división de gastroenterología pediátrica de la Escuela de Medicina Mount Sinai de la ciudad de Nueva York, se mostró de acuerdo en que los hospitales universitarios están conscientes del “efecto julio” y toman medidas prácticas para minimizar los riesgos asociados.
“Se trata de un problema real”, dijo Dunkin. “Pero no creo que los pacientes se deban sentir nerviosos al respecto”.
“Lo digo porque una situación académica tiene muchos niveles”, explicó. “Sí, en julio los aprendices experimentados se marchan, y llegan unos menos experimentados. Pero la facultad del hospital no cambia. Y hay niveles superiores constantes de supervisión que se quedan en su sitio. Y eso significa que el cambio de julio se ve equilibrado por una mayor vigilancia, en que personas del nivel superior observan a los nuevos muy de cerca”.
Dicho esto, Dunkin amplió el consejo de Young en cuanto a las medidas que los pacientes pueden tomar para mejorar su experiencia hospitalaria, independientemente del momento en que visiten un hospital universitario.
“Sí, los pacientes deben llevar a alguien más si pueden”, dijo. “Y también estar preparados para llevar cualquier cosa que facilite asegurarse de que no haya errores sobre sus antecedentes médicos. Una copia de cualquier expediente, si sufren de enfermedades. O incluso una carta de su médico de cabecera o especialista que diga cuáles son sus problemas médicos y qué fármacos toman. Ese tipo de resumen breve reduce las probabilidades de que se cometa un error en cualquier momento del año”.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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