El consumo de alimentos horneados que contienen leche ayudaría a los niños alérgicos a esa sustancia a superar el problema.
Un grupo de niños alérgicos que consumió leche cocida, horneada en muffins, durante meses o años dejó de tener los síntomas antes que un grupo que sólo evitó los productos lácteos.
Para los investigadores, los resultados podrían cambiar el tratamiento de las alergias infantiles causadas por la leche, que afectan al 3 por ciento de los niños pequeños, según el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.

La alergia a la leche no es lo mismo que la intolerancia a la lactosa, que es la imposibilidad de digerir los productos lácteos. Los niños alérgicos reaccionan a las proteínas de la leche y el queso con síntomas que van desde una picazón leve hasta un shock anafiláctico muy grave.
En el estudio, los niños alérgicos a la leche que toleraron los muffins desde el principio fueron mucho más propensos a superar su alergia, lo que abriría camino a un nuevo tipo de test para distinguir entre alergias transitorias y graves.
La investigación es “un paso hacia (…) un enfoque más personalizado del tratamiento de las alergias alimentarias”, dijo la coautora, doctora Anna Nowak-Wegrzyn, del Centro Médico Mount Sinai.
“Un solo enfoque no es para todos los niños con alergia a la leche. La mayoría no necesita ni debería evitar la leche”, agregó la experta.
En el estudio, los autores les dieron a 88 niños alérgicos a la leche, de entre 2 y 17 años, productos tradicionales horneados con leche.
El equipo comparó los resultados con los de otro grupo de 60 niños alérgicos bajo tratamiento estandarizado (prohibición estricta de productos lácteos).
Menos de la mitad de los niños bajo tratamiento experimental pudo consumir al final del estudio productos como leche o yogures descremados sin reacciones alérgicas, comparado con menos de un cuarto del grupo de control, según publica el equipo en The Journal of Allergy and Clinical Immunology.
El experimento con los muffins demostró que la leche caliente cambiaría la forma de sus proteínas y reduciría la posibilidad de que el sistema inmune reaccione.
En los niños que superaron la alergia a la leche, aquellos tratados con los muffins lo hicieron antes que los chicos que no consumieron leche.
Los resultados “contradicen lo que pensábamos hace varios años” sobre cómo se tratan las alergias infantiles a la leche y ayudarán a “desafiar el dogma tradicional”, opinó el doctor Wesley Burks, jefe del Servicio de Alergias e Inmunología Pediátrica del Hospital de la Duke University, en Durham, Carolina del Norte.
FUENTE: The Journal of Allergy and Clinical Immunology, online 23 de mayo del 2011
Reuters Health