Investigadores del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) en Barcelona han demostrado la eficacia preclínica de un nuevo fármaco inmunológico basado en un anticuerpo que es capaz de lograr la regresión del glioblastoma, el tumor cerebral más común y agresivo.

El estudio, liderado por el codirector de la Investigación del VHIO, Joan Seoane, ha logrado “resultados extraordinarios” en modelos preclínicos de este tipo de tumor. El nuevo medicamento podría suponer “una ruptura del paradigma actual en el tratamiento de esta enfermedad”, ha remarcado este martes el VHIO.

“Este estudio es especialmente importante porque se ha conseguido que una inmunoterapia funcione en el tratamiento del glioblastoma” ha subrayado Seoane. En este contexto, ha asegurado que los ensayos preclínicos realizados son de gran relevancia “si tenemos en cuenta que es el tumor primario de cerebro más común y agresivo, y que hay una gran necesidad de desarrollar nuevos tratamientos contra esta enfermedad”. El codirector ha añadido que gracias a ello el nuevo estudio “podrá validarse en un ensayo clínico con pacientes”.

Pese a que la inmunoterapia ha supuesto una revolución en el abordaje del cáncer en los últimos años, aún no tiene la misma eficacia en todos los tumores y actualmente solo una fracción relativamente pequeña de los tumores responden a estos tratamientos.

Para conseguir superar este reto, el equipo del VHIO ha desarrollado anticuerpos biespecíficos que ayudan a reclutar las células inmunes (células T) para que destruyan las células tumorales.

Los anticuerpos biespecíficos se unen, por un lado, a las células del tumor y, por otro, a las células T para que estas últimas entren en contacto con el tumor y lo eliminen.

Para el desarrollo de estos anticuerpos es necesario poder contar con dianas específicas de las células tumorales que hagan que estos anticuerpos se unan solo a las células tumorales y no provoquen que el sistema inmunitario acabe atacando también las células sanas.

La búsqueda de esas dianas está limitando el desarrollo de estas estrategias en los tumores sólidos, ya que es difícil encontrar dianas que se expresen en la superficie de las células tumorales y no estén compartidas por células sanas.

“En el caso concreto del glioblastoma existe una mutación del gen EGFR, la conocida como variante III, que es específica y concreta de este tipo de tumor y que no está compartida por ninguna célula sana. Esto la convierte en una diana ideal para el desarrollo de terapias dirigidas, aunque solo está presente en un 25% de los glioblastomas”, ha detallado Seoane.

Los buenos resultados logrados en la fase de validación preclínica de este fármaco han servido para que se ponga en marcha un ensayo clínico fase I que ya está reclutando pacientes.

La investigación ha sido financiada principalmente por Loterías y Apuestas del Estado, a través de la Asociación Española Contra el Cáncer, así como la Fundación FERO y el Programa Integral de Inmunoterapia e Inmunología del Cáncer (CAIMI) de la Fundación BBVA en el VHIO.

Via: La Vanguardia.com