CHICAGO (Reuters).— Las mutaciones en el gen BRCA1, que produce el cáncer de pecho, parecen estar relacionadas con la pérdida de una proteína importante que detiene el crecimiento celular, un hallazgo que podría conducir al desarrollo de nuevas terapias, informaron los investigadores. El descubrimiento permitirá la creación de terapias efectivas para las mujeres que padecen una forma agresiva y especialmente letal de cáncer de mama, conocida como triple negativo, que no responde a los medicamentos avanzados actualmente disponibles, dijeron los expertos.

Los científicos saben desde hace más de una década que las mujeres con ciertas alteraciones en el gen BRCA1 corren alto riesgo de desarrollar tumores mamarios. Lo que no comprendían exactamente es cómo la mutación conducía al cáncer.
Investigadores del Centro Médico de la Columbia University en Nueva York, que trabajaron junto con un equipo de la Universidad de Lund en Suecia, creen ahora que las mutaciones en el gen BRCA1 pueden impedir que las células reparen el daño de rutina producido en el ADN.
Cuando ese daño se produce en la proteína llamada PTEN, que regula el crecimiento celular, ese crecimiento se descontrola y se forman los tumores. Las mujeres con copias defectuosas de los genes BRCA1 o BRCA2 tienen entre 50% y 85% más chances de desarrollar cáncer de mama. Las mutaciones en estos genes representan entre 5% y 10% de los casos de cáncer.
La pérdida de la proteína PTEN es el modo en que el cáncer de pecho se inicia en las mujeres que han heredado la variación genética en el BRCA1.