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Anoche, en un giro que solo puede explicarse por razones ajenas a la calidad musical, la Academia de Hollywood decidió premiar a “El Mal”, la canción de la película francesa “Emilia Perez“, iba a decir que era la peor canción nominada, pero ese calificativo se lo lleva “Mi Camino” de la misma película.
La categoría de Mejor Canción Original ha premiado joyas icónicas del cine a lo largo de la historia, canciones que marcaron generaciones y quedaron en la memoria colectiva. Esta vez, la Academia decidió ignorar opciones con mucho más mérito, como “Never Too Late” de Elton John o “The Journey” de Diane Warren, para darle el premio a una canción que nadie recordará en un mes. ¿Por qué? Porque la Academia no vota con los oídos, sino con su agenda.
Clement Ducol, de izquierda a derecha, Camille y Jacques Audiard reciben el premio a la mejor canción original por “El Mal” de “Emilia Pérez” durante la ceremonia de los Oscar el domingo 2 de marzo de 2025 en el Dolby Theatre de Los Ángeles. (Foto AP/Chris Pizzello)
Anoche, el majestuoso Dolby Theatre de Los Ángeles se vistió de gala para celebrar la 97ª edición de los Premios Óscar, una velada que quedará grabada en la memoria de los amantes del cine. La ceremonia, conducida por primera vez por el carismático Conan O’Brien, estuvo repleta de emociones, sorpresas y momentos que hicieron vibrar a la audiencia.
La gran triunfadora de la noche fue “Anora”, una obra maestra del cineasta independiente Sean Baker. Esta comedia, descrita como una anti “Pretty Woman”, narra la vida de una stripper de 22 años que se enamora de un hijo de oligarcas rusos. La película arrasó con cinco estatuillas: Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Guion Original, Mejor Montaje y Mejor Actriz Protagonista para la talentosa Mikey Madison. Baker y Madison aprovecharon su momento en el escenario para dedicar sus premios a las trabajadoras sexuales, visibilizando sus historias y defendiendo sus derechos en el cine.