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Un mexicano está tranquilamente tomando su desayuno, cuando un típico estadounidense, mascando chicle, se sienta a su lado. El mexicano ignora al yanqui, y el americano no muy contento con eso, trata de hacerle conversación preguntando:
“‘Excuse me’, ¿ustedes se comen todo el pan?”
“Por supuesto”, contesta el mexicano.
“Nosotros no, sólo comemos la migaja de adentro del pan y la parte de afuera la ponemos en un ‘container’, la reciclamos, la transformamos en harina y la exportamos a México”.
El mexicano escucha en silencio, imperturbable. El americano sigue mascando chicle e insiste:
¿Ustedes se comen la mermelada con el pan?”
“Por supuesto”, contesta el mexicano.
“Nosotros no. Nosotros en el desayuno comemos fruta fresca, la cáscara y las semillas, las ponemos en otro ‘container’, las reciclamos, la transformamos en mermelada y la exportamos a México”.
El mexicano, ya un poco alterado, le pregunta:
“Y ustedes, ¿qué hacen con los condones después de usarlos?”
“Los tiramos a la basura, ‘of course'”.
“Nosotros no, después de usarlos los ponemos en un contenedor. Los reciclamos; los transformamos en chicles y los exportamos a los Estados Unidos”.