Evidencia reciente demostró que el cerebro humano puede fabricar neuronas nuevas, informaron investigadores, en un estudio que podría conducir a mejorar el tratamiento del daño y las enfermedades cerebrales.
Los científicos sabían que animales, como las ratas y los ratones, crean neuronas a lo largo de sus vidas, y conocían la existencia de evidencia indirecta que indicaba que los seres humanos también pueden hacerlo.

Empleando imágenes por resonancia magnética, o IRM, y la visualización con microscopios de tejidos de cerebros de personas muertas, el equipo de Maurice Curtis, de la University of Auckland en Nueva Zelanda, y Peter Eriksson, de la Sahlgrenska Academy en Goteborg, Suecia, halló a las células escurridizas.
Exactamente como sucede en los ratones y en las ratas, estas células nacen en una parte del cerebro y luego migran a la región donde se procesa el olfato. En ese camino, maduran hasta convertirse en neuronas.
En los animales, explicaron los investigadores, el daño cerebral genera el nacimiento de nuevas células. “Nuestro estudio provee la fundación de esta posibilidad en el cerebro humano adulto”, escribieron los expertos en su informe, publicado en la revista Science.
Los seres humanos poseen cerebros mucho más desarrollados, por lo que buscar estas células ha sido más difícil que en los roedores.
En los ratones y en las ratas estaba claro que estas células nacen en el prosencéfalo y luego migran al centro del olfato. Allí, pueden ayudar a los animales a aprender y adaptarse a nuevos olores.
El olfato es menos crucial para los humanos, pero es importante, por ejemplo, para percibir los peligros del humo o de la comida en mal estado.
Los estudios demuestran que la pérdida del olfato sería una señal temprana de enfermedad cerebral degenerativa, como el Parkinson, lo que indica que estas células serían importantes, dijeron los investigadores.
“Este estudio es emocionante porque revela que un grupo de neuronas del cerebro humano adulto están regenerándose constantemente”, dijo el doctor Mark Baxter, de la Oxford University en Gran Bretaña.
“Estudios en animales han indicado la existencia de estos grupos de células, pero ha sido difícil determinar si existían también en el cerebro humano”, añadió en un comunicado Baxter, quien no estuvo involucrado en la investigación.
Esto abre una nueva dirección, por la cual podríamos descubrir modos de reparar los cerebros humanos que están dañados por lesiones o enfermedades, y subraya la importancia de la investigación animal en la orientación de los estudios biomédicos en seres humanos, expresó Baxter.
Sebastian Brandner, jefe de la División de Neuropatología del Instituto de Neurología del University College London, coincidió con esta visión.
“Estos hallazgos son importantes por muchos motivos: comprender la biología de las células madre es esencial para estudiar la reparación cerebral en las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, e incluso es posible que las células madre sean la fuente de algunos tumores cerebrales”, señaló Brandner en un comunicado. El Economista