Desde el 2000, los casos de autismo han ido aumentando de manera continua en los Estados Unidos, según un nuevo reporte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
En poco menos de 10 años, los casos de niños con algún trastorno del espectro autista han crecido en un 78%, en el 2000, cerca de uno de cada 150 niños padecía autismo, pero para el 2008 uno de cada 88 niños fue diagnosticado con este mal.
Asimismo, el reporte arroja otro dato destacable: los niños serían hasta cinco veces más propensos que las niñas a padecer autismo; de hecho, se calcula que uno de cada 54 varones alrededor de los ocho años ha sido diagnosticado con algún trastorno autista.

¿A qué se debe este dramático aumento? Muchos especialistas creen que más que tratarse de cifras alarmantes, estos números indicarían que algo se está haciendo bien.
“Si hemos visto una alza en los casos de autismo, es porque ahora podemos detectar este problema de manera más temprana y en más niños de lo que se hacía antes, esto permitiría brindar además un tratamiento oportuno a los pequeños”, explica el Dr. Gary Goldstein, presidente del Instituto Kennedy Krieger, en Baltimore.
De acuerdo con el Dr. Goldstein, un diagnostico y un tratamiento tempranos mejorarían el desarrollo del niño: “Antes de los 24 meses el cerebro del bebé se está desarrollando, por lo que con intervención adecuada se pueden corregir varios problemas”, asegura.
Sin embargo, para otros, como Mark Roithmayr, presidente del grupo Autism Speaks, ésta no es una explicación suficiente. Según Roithmayr, “Un mejor diagnóstico y una mayor conciencia sobre el autismo y su detección temprana sólo explicarían el 50 por ciento del aumento de los casos, la causa del otro 50 por ciento aún se desconoce”.
Para Roithmayr parece seguro que existe una epidemia de autismo afectando a los niños de Estados Unidos. “Es evidente que tenemos una emergencia nacional, que necesitamos un plan de acción que incluya mayor investigación en la materia, mejores tratamientos y ayuda a las familias con niños autistas”, comenta.
Según los CDC, los Trastornos del Espectro Autista (TEA) consisten en problemas en el desarrollo que se traducen como discapacidades sociales y de comportamiento. Asimismo, informan que existen tres clases principales de autismo:

  • Trastorno autista, o autismo clásico, en el que el niño presenta retraso en el lenguaje y el desarrollo intelectual.
  • Síndrome de Asperger, que suele presentarse con algunos de los síntomas del autismo, pero en forma más leve.
  • Trastorno generalizado del desarrollo no especificado o Autismo atípico, el cual se caracteriza porque los niños no tienen un diagnóstico claro de autismo o Asperger pero sí tienen problemas de socialización.

Abril es el mes de concientización sobre el autismo, y el día dos de ese mes se celebra el Día Mundial del Autismo.