Cuando van a la escuela, los niños deben comenzar cada día con una bolsa para el almuerzo o una lonchera limpia para ayudar a prevenir la aparición de bacterias potencialmente nocivas, según un experto en la seguridad de los alimentos.
Las bolsas individuales de vinilo son las más efectivas para mantener los alimentos frescos durante el día, y cuando los niños llegan a casa de la escuela, los padres o cuidadores deben limpiar las bolsas con agua tibia enjabonada, y dejar que se sequen del todo durante la noche, aconsejó Don Schaffner, profesor de la Universidad de Rutgers, y especialista de extensión en ciencias alimentarias.
Esa es solo una de las formas de garantizar que para los niños comer el almuerzo escolar sea seguro, anotó Schaffner, quien también es vocero del Instituto de Tecnologías de los Alimentos.

“Cuando prepare un almuerzo escolar, es importante tener en cuenta cuándo caducan los alimentos que prepara”, aconsejó Schaffner en un comunicado de prensa del instituto. “Los alimentos perecederos no pueden permanecer a temperatura ambiente más de dos horas, o una hora en verano debido al calor. Los alimentos adecuadamente refrigerados pueden durar mucho tiempo, pero la mayoría de niños no tienen acceso a una nevera en la escuela donde puedan guardar su lonchera”.
Los padres y los cuidadores deben tomar otras medidas para garantizar la seguridad de los almuerzos escolares de los niños, entre las que se encuentran:

• Tome en cuenta los recipientes. Utilice bolsas desechables para sándwiches que se puedan sellar, o recipientes de plásticos reutilizables que se puedan meter en el lavaplatos, para asegurarse de que el almuerzo del niño se empaque en un recipiente limpio.
• Elija artículos no perecederos. Si es posible, empaque alimentos que no necesiten refrigeración, como porciones individuales de fruta en recipientes preempaquetados. Los sándwiches de mantequilla de cacahuate y mermelada son otra buena opción. “Es uno de los favoritos de los niños y ninguno de los ingredientes se daña rápidamente”, apuntó Schaffner. “No tiene que preocuparse de refrigerarlo y durará desde el momento en que lo prepare por la mañana hasta el momento en que los niños lo consuman en el almuerzo”.
• Empaque los ingredientes por separado. Los estudiantes mayores quizás puedan preparar su propio almuerzo en la escuela. Colocar el pan en un recipiente y las carnes y el queso en otro que cuente con un paquete de enfriamiento puede ayudar a mantener la comida fresca.
• Guárdelo en frío. Los paquetes de enfriamiento pueden mantener la comida fría fresca, pero no pueden enfriar suficientemente la comida que está a temperatura ambiente. Para asegurarse de que los alimentos perecederos se mantengan suficientemente fríos, prepare el almuerzo la noche anterior y guárdelo en la nevera. En la mañana, póngalo en una lonchera con un paquete de enfriamiento para mantenerlo fresco. Los paquetes de enfriamiento también deben colocarse directamente al lado de los alimentos perecederos, como el yogurt o la carne. También se deben lavar después de cada uso.
• Manténgalo caliente. La comida caliente, como las sopas y los guisos, se debe almacenar en un recipiente aislado. Antes de colocar la comida caliente en el recipiente, llénelo con agua hirviendo y déjelo unos minutos. Entonces, vacíe el recipiente, añada la comida y asegúrese de cerrarlo firmemente.

“No planificar de manera adecuada, no pensar sobre cuánto tiempo pasará entre el momento de preparación de la comida y su consumo, es un error común”, lamentó Schaffner. “De noche, lave el paquete de enfriamiento y asegúrese de ponerlo en el congelador para que esté listo al día siguiente. Saque suficiente tiempo en la mañana para lavarse las manos bien antes de manejar los alimentos. Y siempre hable enfáticamente a los niños sobre la importancia de lavarse las manos antes de sentarse a comer cada día”.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare