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A medida que la popularidad de las bebidas energéticas aumenta, se ha incrementado el número de norteamericanos que buscan tratamiento en las salas de emergencia tras consumir estas bebidas con alto contenido en cafeína, informan las autoridades federales de salud.
Pasaron de ser 10,000 en 2007 a 21,000 en 2011. La mayoría de los casos son en adultos jóvenes, y en el 42 por ciento hubo uso de drogas o alcohol, halló una encuesta del gobierno.
Entre 2007 y 2011, el número de visitas a emergencias fue mas del doble, de alrededor de 10,000 a casi 21,000. En 2011, el 58 por ciento de esas visitas a emergencias solo tuvieron que ver con las bebidas energéticas, mientras que el 42 por ciento también tuvieron que ver con el uso de drogas o de alcohol.
La mayoría de estos casos fueron en adolescentes o adultos jóvenes, aunque hubo un alarmante aumento en el número de personas a partir de los 40 años que llegaban a emergencias tras consumir estas bebidas, según el informe de la Administración de Abuso de Sustancias y Servicios de Salud Mental de EE. UU.
Los síntomas iban desde el insomnio, el nerviosismo, los dolores de cabeza y los latidos cardiacos acelerados hasta las convulsiones.
Las bebidas energéticas contienen altas cantidades de cafeína, que puede estimular tanto el sistema nervioso central como el sistema cardiovascular, anotan los expertos.
Los niveles de cafeína en las bebidas varían de unos 80 miligramos (mg) a más de 500 mg por lata o botella, según el informe, mientras que una taza de 5 onzas de café contiene 100 mg de cafeína, y una lata de 12 onzas de refresco contiene unos 50 mg de cafeína, según el informe.
Las bebidas también pueden contener otros ingredientes que podrían fomentar los efectos estimulantes de la cafeína, según el informe.
A muchos médicos les preocupan los altos niveles de cafeína en las bebidas energéticas, que pueden provocar un importante aumento en la tasa cardiaca y subir la presión arterial, explicó la Dra. Suzanne Steinbaum, cardióloga preventiva del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
“Si alguien sufre de cualquier afección cardiaca subyacente, esos dos efectos pueden resultar letales”, declaró hace poco a HealthDay. “Entérese de qué está bebiendo antes de bebérselo”.
La Dr. Mary Claire O’Brien, una importante experta en bebidas energéticas del Centro Médico Bautista de la Universidad de Wake Forest en Winston Salem, Carolina del Norte, opinó sobre los hallazgos.
Mientras tanto, la Asociación Americana de Bebidas (American Beverage Association) discrepó con el informe, que se publicó la semana pasada.
“El informe no comparte información sobre la salud general de los que podrían haber consumido las bebidas energéticas, ni qué síntomas los llevaron a emergencias en primer lugar”, señaló la asociación en un comunicado en su sitio web. “De hecho, muestra que el 42 por ciento de las visitas a emergencias reportadas fueron de personas que admitieron consumir alcohol, sustancias ilegales o fármacos.
Según el informe, las pastillas fueron las drogas más comúnmente combinadas con las bebidas energéticas (un 27 por ciento), y el 9 por ciento de éstas se trataba de estimulantes como Adderall o Ritalin. Alrededor del 10 por ciento de las visitas incluyeron el uso de drogas ilícitas, y el 5 por ciento tuvieron que ver con la marihuana.
Las personas de 18 a 25 años conformaron la mayor parte de las visitas a emergencias relacionadas con las bebidas energéticas, seguidas por las personas de 26 a 39 años. Sin embargo, el informe halló que las visitas de las personas a partir de los 40 años se incrementaron en un 279 por ciento durante esos cuatro años, de casi 1,400 a unas 5,200.
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