$theTitle=wp_title(" - ", false); if($theTitle != "") { ?>
Expertos subrayan que la supresión del desayuno reduce tanto el rendimiento físico como el intelectual. La infancia es el mejor momento para fomentar el hábito de un desayuno saludable, que debe aportar entre el 20-25% de las calorías diarias. Los medios de comunicación social ejercen una notable influencia sobre los hábitos alimenticios de los niños y adolescentes.
Mantener un correcto patrón de conducta alimentario influye en gran medida en el rendimiento escolar de los niños. As ílo han apuntado los expertos que en el día de hoy han participado en la mesa redonda “Alimentación y Adolescencia”.
Según los expertos en la materia, la influencia del desayuno sobre el rendimiento académico está teniendo un marcado interés en el campo de la investigación, especialmente entre los niños y los adolescentes, ya que se ha podido observar que la capacidad intelectual de los niños que no desayunan, no es tan eficiente para resolver problemas como la de aquellos que sí desayunan.
“En diferentes estudios se ha demostrado que la supresión del desayuno reduce tanto el rendimiento físico como el intelectual, además de dificultar que se puedan alcanzar las ingestas diarias recomendadas de energía y nutrientes”, apunta Ascensión Marcos, profesora de Investigación del Centro Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC).
En este sentido, los expertos apuntan que una correcta alimentación comienza por un desayuno adecuado y que la infancia es el mejor periodo para fomentar el hábito del desayuno correcto. Un hábito que no debe perderse después en la adolescencia ni en la etapa adulta. “Parece ser que la causa es que el desayuno, especialmente si es rico en carbohidratos, proporciona glucosa, que es el mejor carburante para el cerebro”, añade Ascensión Marcos.
Los expertos han querido destacar también que los niños que prescinden del desayuno provocan un desequilibrio en su patrón alimentario por dos motivos. En primer lugar por la ausencia de los nutrientes básicos que aportan la leche, la fruta y los cereales. Pero además, el hecho se agrava al ser en la mayoría de
las ocasiones sustituido a media mañana por la ingesta de otros productos ricos en grasas saturadas, azúcares, e incluso sal; todos ellos componentes que consumidos en exceso no son saludables.
Además, los ponentes han destacado que el adecuado desarrollo intelectual y emocional del niño es un factor de protección contra la obesidad, y se ha demostrado que la menor estimulación cognitiva es uno de los principales factores implicados en el desarrollo de obesidad en niños.
Asimismo, durante las Jornadas Nacionales de Alimentación se ha puesto de manifiesto los efectos de la publicidad en la conducta alimentaria de los adolescentes así como la influencia de los medios de comunicación social. A este respecto, para Salvador Zamora, catedrático de Fisiología de la Universidad de Murcia, la televisión es el medio que más importancia tiene
sobre el consumo de alimentos, no sólo por su efecto directo sobre los adolescentes, si no también indirectamente por su efecto en los adultos, condicionando por ejemplo la compra de determinados alimentos para sus hijos o familiares: alimentos enriquecidos, fáciles de consumir, etc.
Por todos estos motivos, resulta crucial que, tanto en el ámbito escolar como en el familiar, se lleve a cabo una buena educación nutricional que asegure la salud física y mental en la infancia y la adolescencia. De hecho, los expertos destacan que una persona que haya seguido durante sus primeros años de vida unas buenas pautas nutricionales tendrá menos riesgo de padecer depresión, fatiga, inseguridad personal y conseguirá una mayor concentración mental y, en consecuencia, un mejor rendimiento intelectual.
Tags: Expertos, físico, infancia, intelectual, patrón, rendimiento, supresión, también, técnica