Si tienes un gran bebedor en tu vida, tu propia salud y bienestar podrían verse perjudicados, según un estudio de Nueva Zelanda.
El estudio de más de 3.000 personas, publicado en “Addiction”, indicó que las personas con un familiar, amigo o compañero de trabajo que bebe mucho habitualmente suelen dar bajos niveles en su propia salud o bienestar.
Comparado con las personas que no tenían bebedores intensos en sus vidas, también tenían más problemas generales de salud como dolores crónicos, ansiedad y síntomas depresivos y, en general, tenían menor satisfacción con su vida.

El efecto promedio fue similar a lo que se ha visto en estudios de personas que cuidan a alguien con una discapacidad, dijo la investigadora principal Sally Casswell, de la Universidad Massey en Auckland, Nueva Zelanda.
“Hay una relación entre estar expuesto a grandes bebedores y la reducción del estado de bienestar y de salud en este estudio transversal de población”, escribió.
“La exposición a grandes bebedores puede tener efectos negativos para otros”, agregó.
Casswell reconoció, sin embargo, que los hallazgos no prueban que estar cerca de un gran bebedor era la causa de los problemas de los participantes en el estudio, apuntando que la encuesta era sólo “una instantánea de un momento”.
“Así que (…) alguna otra explicación es posible”, dijo a Reuters Salud por correo electrónico, añadiendo que las personas con peor bienestar pueden ser más propensas a atraer a los grandes bebedores en sus vidas.
Además, la gente que conoce a grandes bebedores puede beber mucho también y tiende a ser menos educado o a tener ingresos más bajos. Pero ninguno de estos extremos se explica en los resultados.
El nuevo estudio incluyó a 3.038 personas de entre 12 y 80 años a las que se les preguntó si tenían algún bebedor intenso en sus vidas. No se definió “gran bebedor” sino que se dejó la definición a cada participante.
En general, aproximadamente uno de cada tres encuestados dijo que al menos había tenido un gran bebedor en su vida en el pasado. Principalmente era un amigo, un familiar o una pareja, pero en algunos casos un compañero de trabajo.
No es de extrañar que la gente que viva en la actualidad con un gran bebedor diera los niveles más bajos en bienestar y salud.
Pero incluso las personas con una exposición relativamente menor a los grandes bebedores, tales como aquellos con un compañero de trabajo o un pariente lejano, por lo general manifiestan una menor satisfacción en sus vidas.
Casswell dijo que el estudio debería ser tenido en cuenta en los debates sobre las políticas destinadas al consumo excesivo de alcohol, tales como el aumento del precio de la bebida, leyes de conducir más estrictas con los bebedores o la edad mínima para consumir alcohol.
FUENTE: Addiction, febrero del 2011.
Reuters Health