Dormir una pequeña siesta después de almorzar, no mayor a la hora y media, es una verdadera necesidad del organismo, grabada biológicamente en los genes, y aparentemente está estipulada en nuestro ritmo circadiano.
Según los estudios, el ser humano está programado para dormir por la tarde sin que eso suponga ningún perjuicio en su rendimiento.
Muy por el contrario, numerosas investigaciones han demostrado que este paréntesis permite aumentar la concentración, el rendimiento, la productividad e, incluso, la creatividad.
(more…)