Una disciplina que hasta hace apenas unos años era prácticamente desconocida o muy incipiente en México es el Tai Chi, considerada dentro de las artes marciales, pero que se caracteriza por realizar movimientos lentos y armoniosos.
El Tai Chi tiene un grado extra de estiramiento y de giro en cada movimiento, poniéndose mucho énfasis en el mejoramiento de la salud; de hecho es ideal no sólo para que la practiquen niños, jóvenes o adultos, sino personas de la tercera edad.

Cuando se llega a practicar esta disciplina cotidianamente aporta un enorme beneficio para todo el cuerpo porque reduce las tensiones, mejora la circulación y aumenta la fuerza y la flexibilidad.
Al lograrse una mejor circulación y liberar las tensiones de los músculos, ligamentos y tendones, el Tai Chi ayuda a vigorizar al cuerpo y le devuelve salud y calidad de vida.
Basada en la filosofía oriental taoísta, el Tai Chi es mucho más que un ejercicio para todas las edades, sino que es una forma de aprender a relajarse frente a los problemas cotidianos que a diario se viven en las grandes ciudades.
Como mencionamos más arriba, el Tai Chi, como todas las artes marciales, tiene la finalidad de la defensa personal, pero dadas sus características como la suavidad se adapta muy bien a las necesidades de aquellas personas que no pueden o no les gusta saltar o realizar ejercicios rudos sea por su edad o por padecer alguna enfermedad.
Practicar el Tai Chi representa una alternativa a las personas que buscan una forma de asegurarse una defensa personal, pero al mismo tiempo buscan fortalecerse y mejorar su salud sin sudar demasiado, se dice que es una forma de ponerse en equilibrio con el universo.
Pese a no ser considerado como un ejercicio rudo o violento, sino más bien estético y bello, con el Tai Chi se hacen funcionar todos los músculos del cuerpo, sea a través de la tensión o el estiramiento.
El Tai Chi quiere decir máximo y extremo, y tiene que ver con lo que en México conocemos por el Ying y Yang, que significa lo opuesto, lo negro y lo blanco, lo alto y lo bajo, grande y pequeño. Estos símbolos están dentro de un círculo que es en realidad el Tai Chi.
De acuerdo a esta disciplina, o si se quiere esta filosofía, todo en la vida tiene un opuesto, que aplicados en ejercicios van de la tensión a la relajación y luego en sentido contrario.
Además del estiramiento y la contracción, los movimientos del Tai Chi son circulares con componentes diagonales y de rotación, lo cual implica a muchos músculos y ninguno de ellos es desarrollado más que otro, sino que precisamente se busca el equilibrio.