Los ácidos grasos que se encuentran en el pescado, conocidos por reducir el impacto del envejecimiento en el cerebro humano, también pueden ayudar a perder peso cuando se consumen junto con una práctica moderada de ejercicio, según un estudio realizado en Australia.

La investigación de la Universidad de Australia del Sur descubrió que dosis diarias de aceite de pescado con ácidos grasos Omega 3 ayudan a las personas obesas a bajar de peso.
“Los Omega 3 hallados en el aceite de pescado aumentan la capacidad de quemar grasas mejorando la circulación sanguínea hacia los músculos mientras se realiza ejercicio”, dijo a Reuters la investigadora universitaria Alison Hill.
El estudio de la universidad evaluó a 68 personas con sobrepeso y obesas, divididas en cuatro grupos, durante tres meses.
Uno de los grupos tomó pequeñas dosis diarias de aceite de pescado y a otro se le dio aceite de girasol sin ninguna otra alteración en su dieta normal.
Ambos equipos se sometieron a programas de ejercicio moderado que consistían en caminar o correr 45 minutos tres días a la semana, y fueron controlados durante tres meses.
Los dos grupos restantes recibieron aceite de pescado y aceite de girasol, pero no la rutina de ejercicio.
El estudio halló que quienes tomaron las dosis de aceite de pescado y realizaron ejercicio perdieron en de media 2 kilos durante los tres meses.
El grupo que tomó aceite de girasol, que no contiene ácidos grasos Omega 3, y realizó actividad física no bajó de peso.
Por su parte, los participantes que no llevaron a cabo ejercicio tampoco perdieron peso, según reveló la investigación.
“Nos sorprendimos mucho al ver que (el aceite de pescado) era tan efectivo, especialmente debido a que estas personas aún seguían comiendo lo que querían”, dijo Hill.
Un estudio de seis años del Centro Médico de la Rush University en Chicago reveló el año pasado que los ácidos grasos Omega 3 ayudan a impulsar la función cerebral al mismo tiempo que reducen el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular.
Además, también ayudan a proteger al cerebro del envejecimiento, señaló el informe de la universidad de Chicago.