La evidencia científica sobre las ventajas del pescado se acumulan. Al parecer, su consumo protege del deterioro cognitivo. Ésta es al menos la conclusión a la que ha llegado un equipo de científicos del Centro Médico Universitario Rush en Chicago (EEUU) tras evaluar a 6.158 personas de más de 65 años, involucradas en la investigación conocida como Salud de Chicago y Proyecto de Envejecimiento.
En el estudio se realizó un seguimiento de seis años. Tal y como recoge el último ‘Archives of Neurology,’ aquellos que comían pescado al menos una vez por semana presentaban menor riesgo de declive mental en comparación con los que no seguían esta dieta. De hecho, los resultados indican que la tasa de deterioro cognitivo se redujo cada año entre un 10% y un 13% entre los que sí lo consumían. Según los propios autores, la tasa de disminución «equivaldría a tener tres o cuatro años menos de edad». Una de las razones de este efecto puede residir en que el alimento es rico en ácidos grasos omega 3, los cuáles son esenciales para el desarrollo neurocognitivo y para el funcionamiento normal del cerebro. Pero, además, su ingesta reduce el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.