Aunque el Papa Francisco ha sido admirado en todo el mundo por su sencillez, humanidad y compromiso con los más vulnerables, su pontificado no ha estado exento de críticas, tanto desde dentro como fuera de la Iglesia. Como cualquier líder que desafía el statu quo, su visión ha generado tensiones, incomodidades y desencuentros. ¿Qué le criticaban al primer Papa latinoamericano?

1. Demasiado progresista para algunos sectores conservadores

Desde sus primeros gestos —como rechazar los lujos papales o hablar con empatía hacia los homosexuales—, muchos dentro de la Iglesia lo consideraron demasiado liberal. Algunas de sus frases, como “¿Quién soy yo para juzgar?”, fueron vistas como señales de un cambio doctrinal, lo que generó alarma en sectores tradicionales que temían un debilitamiento de la doctrina católica.

2. Ambigüedad en temas doctrinales

Algunos críticos argumentan que Francisco ha fomentado la confusión al no tomar posturas claras sobre ciertos temas, como el acceso a la comunión de divorciados vueltos a casar, o la ordenación de mujeres. Su estilo de liderazgo más pastoral que dogmático fue interpretado por algunos como falta de firmeza teológica.

3. Enfrentamiento con el ala tradicionalista

Francisco ha tenido roces con cardenales y teólogos conservadores que han cuestionado abiertamente sus reformas. Algunos incluso han publicado “dubia” (preguntas formales) pidiéndole aclaraciones sobre ciertos puntos de su enseñanza. La tensión entre el Papa y estos grupos ha sido uno de los conflictos internos más visibles de su pontificado.

4. Gestión de los abusos sexuales

Aunque ha dado pasos importantes para combatir el abuso dentro de la Iglesia, Francisco también ha sido criticado por su respuesta inicial ante algunos casos específicos. Por ejemplo, fue duramente cuestionado en Chile por defender a un obispo acusado de encubrimiento, aunque luego pidió perdón y rectificó. Para algunos, su reacción llegó tarde.

5. Su visión política y económica

Fuera del ámbito religioso, Francisco ha sido criticado por sus opiniones sobre el capitalismo, el medio ambiente y la política internacional. Algunos sectores políticos lo tildaron de “populista” o de tener una mirada “demasiado de izquierda”, especialmente cuando criticaba la indiferencia global frente a los pobres y migrantes.

6. Expectativas insatisfechas

Muchos fieles progresistas también lo han criticado, aunque por motivos opuestos. Consideraban que podía haber ido más lejos en ciertas reformas: la ordenación de mujeres, la aceptación plena de las personas LGBTQ+, o una mayor democratización del gobierno de la Iglesia. Para ellos, Francisco fue una esperanza que no terminó de concretarse.

Conclusión

El Papa Francisco fue una figura compleja, admirada y resistida. Su intento por reconciliar la tradición con la realidad del mundo moderno lo convirtió en una figura de contraste: amado por quienes buscaban una Iglesia más humana y criticado por quienes temían que esa humanidad pusiera en riesgo la identidad doctrinal. Pero incluso sus críticos reconocen que no dejó indiferente a nadie.